El wifi gratis puede salir muy caro
Las redes abiertas suponen un riesgo para la seguridad informática ya que los piratas pueden acceder a ellas fácilmente. Descubre cómo saber si la red es seguras.
ncontrar una red wifi abierta puede ser una bendición del cielo. Una oportunidad para enviar ese correo urgente del trabajo, hacer una transferencia bancaria de última hora o ver un vídeo de Youtube sin gastar datos. Pero ese instante breve de felicidad puede ser como jugar a la ruleta rusa con tu móvil: los datos personales (cuentas bancarias, contraseñas de redes sociales, incluso fotografías y vídeos personales) quedan expuestos al propietario de la red y a otros usuarios conectados a la misma y son por lo tanto mucho más vulnerables. Y los piratas lo saben. No importa quién sea el anfitrión. Los potenciales atacantes pueden operar tanto en la red de un bar, de un aeropuerto o de una la biblioteca de barrio.
No todas las redes wifis tienen el mismo sistema de acceso. Algunas solo requieren pulsar el botón de "conectarse" y otras solicitan una contraseña. Las de este último grupo son variadas. Las más comunes, como la de los hoteles, solo piden introducir un código que, normalmente, te facilita el local. Otras imponen acceder a través de una web donde, a veces, hay que introducir datos personales para registrarse. Incluso algunas, como las de diversas compañías de autobuses, obligan a descargarse una aplicación. Estos dos últimos tipos lo hacen siguiendo una de las directrices del Reglamento Europeo sobre Protección de Datos, en el que la empresa debe también comunicar al internauta los riesgos de la red y si esta envía publicidad (obligatoria) a través de la misma. Pero ¿son todas igual de inseguras?
Daniel Frívidad, experto del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) para empresas y profesionales, explica que utilizar redes abiertas es peligroso independientemente de su sistema de acceso. Eso solo condiciona el número de usuarios y, consecuentemente, el de posibles piratas. "Es cierto que las redes compartidas en las que se necesita una contraseña acceden menos usuarios y las probabilidades de ser atacados son más bajas que en las totalmente abiertas. Pero el riesgo sigue siendo alto. No sabemos quién puede estar conectado con nosotros", explica el especialista.
La cibercriminalidad ha aumentado considerablemente en los últimos años. En 2017 hubo 81.307 delitos informáticos, un 22,1% más que el año anterior, según datos del informe de 2018 del Ministerio de Interior sobre el tema. Los ciudadanos son conscientes de ello. El 72% de los españoles afirma sentirse preocupado ante la inseguridad informática, según un informe elaborado por la consultora francesa IPSOS para Samsung. Además, en las encuestas que recoge el estudio, el 62% de los usuarios aseguran que han dejado de utilizar una aplicación móvil o un servicio “por miedo a que accedan a sus datos personales”. No obstante, y pese a que los riesgos de ser pirateados a través de una red compartidas son más altos que por otros métodos, para cuatro de cada diez españoles no es una cuestión relevante para su ciberseguridad, indica también el mismo informe.
OPINIÓN PERSONAL
Estoy totalmente de acuerdo con esta noticia ya que es un hecho del que la mayoría de ciudadanos que utilizamos estas wifis públicas no nos damos cuenta del peligro que puede llegar a tener ya que al navegar gracias a su red le estas cediendo sin tu darte cuenta y sin que te haya pedido permiso todos los datos que puedas haber utilizado en ese momento en el que estuviste conectado. Esto lo único que nos enseña es que quizás no que no podamos conectarnos a wifis públicas sino que simplemente cuando te conectes tienes que tener cuidados con las aplicaciones que abres y con los datos que envias a través de este red pública.